¿Por qué no tuvimos un día más?
A lo largo de mi eternidad,
siempre mi faltará ese día completo y dedicado a ti,
de proximidad, afecto y atención exclusiva.
¿Por qué no más un día
de levarte junto a mi pecho a caminar,
sentar a la sombra y recordar tus viejas historias
y una vez más pronunciar todas las palabras
que te hacían feliz?
¿Por qué no más un día
de mirar la puesta del sol y el anochecer,
de anidarte con canciones de cuna
y decir las promesas en que queríamos creer?
A lo largo de mi eternidad,
siempre mi faltará ese día para aceptar
la verdad del fondo de tus ojos,
un día lleno de serena despedida,
antes de adormecerte...
Y ahora, sólo puedo enviarte este día irreal,
hecho de mi corazón,
deseando que lo recibas
como se lo hubiéramos vivido.