Por las ventanas de mi alma,
me quiero hacer un hombre de fe,
aunque solo las ventanas de mis ojos
me digan en lo que creer.
Laberinto de pensamientos,
siempre haciendo eco de mis días.
Acero de lógica cortando conclusiones.
Inconformismos dispuestos en gavetas.
Recuerdos farpados, a lo mismo vacío de siempre.
Cuidados, esfuerzos, intentos, avances,
retrocesos,
cíclicamente lavados con la
esperanza.
Mensajes hechos de corazón y esencia,
recurrentemente lanzados al océano del
tiempo.
¿Quien los recibirá?
Efímeras felicidades cultivadas,
mis queridos prematuros,
mis llorados mortinatos,
resucitados a cada día.
Por las ventanas de mi alma,
me quiero hacer un hombre de fe,
aunque solo las ventanas de mis ojos
me digan en lo que creer.
No obstante, sigo viendo cosas
en las cuales no creo...
No obstante, sigo viendo cosas
en las cuales no creo...